¿Buscas viajar a las islas Galápagos? Guayaquil es tu próximo destino más próximo.
¿Buscas viajar a las islas Galápagos? Guayaquil es tu próximo destino más próximo.
Este tour no es solo un recorrido por calles y monumentos: es una invitación a mirar la ciudad con otros ojos, a conectar con sus raíces, a caminar donde caminaron próceres, artistas y emprendedores que aún hoy marcan su pulso.
Desde el primer paso, la experiencia busca tocar emociones: la sorpresa de ver iguanas conviviendo en pleno centro urbano, la admiración por esculturas que representan virtudes que nos siguen inspirando, el orgullo de una historia contada frente al río, al pie de cañones que defendieron esta tierra.
Un símbolo viviente del Guayaquil que abraza lo tradicional y lo natural.
En este espacio escucharás la historia de la Catedral Metropolitana, conocerás sobre Simón Bolívar y sus huellas en la ciudad, y te sorprenderás con la convivencia urbana de las iguanas, convertidas en emblemas locales.
Aquí se combinan arte, historia y valores.Te detendrás frente al conjunto de Las 6 Virtudes de Guayaquil, representación escultórica de lo que esta ciudad ha querido ser siempre: valiente, leal, generosa, honesta, laboriosa y noble.
Conocerás La Fragua de Vulcano, una obra que simboliza la forja de la libertad, y rendirás homenaje al Mariscal Antonio José de Sucre, héroe de la independencia americana.
El alma de la ciudad se respira en este paseo fluvial. Cada parada aquí es una postal que narra una historia:
El Fortín de la Planchada es uno de los pocos vestigios militares coloniales que aún se conservan en Guayaquil.
Construido en el siglo XVIII, este bastión se ubicaba estratégicamente a orillas del río Guayas para proteger a la ciudad de ataques piratas y corsarios, frecuentes en esa época. Fue restaurado en varias ocasiones, especialmente tras incendios y saqueos. Sus dos cañones originales evocan la valentía con la que los guayaquileños defendieron su puerto. El fortín fue también testigo de importantes hechos republicanos, como la Revolución del 6 de Marzo de 1845. Hoy forma parte del patrimonio histórico de la ciudad y es un punto obligado en la ruta cultural del centro.
La Calle Numa Pompilio Llona es una de las más antiguas y pintorescas de Guayaquil, ubicada al pie del cerro Santa Ana, en el tradicional barrio Las Peñas. Lleva el nombre del poeta, diplomático y periodista ecuatoriano que vivió allí a finales del siglo XIX.
Este callejón empedrado conserva casas de arquitectura republicana con balcones de madera y fachadas coloridas, muchas de las cuales pertenecieron a figuras ilustres. Fue declarada Patrimonio Cultural del Ecuador y es hoy un epicentro artístico donde conviven galerías, talleres y espacios bohemios. Pasear por esta calle es como retroceder en el tiempo y respirar el aire romántico de una Guayaquil que aún late entre adoquines y poesía.
Recorrer esta calle es encontrarte con los colores del pasado y del presente.
Verás murales patrimoniales que cuentan historias locales, visitarás el Museo Nacional del Cacao, donde conocerás el rol histórico y productivo de este fruto en la identidad ecuatoriana, y cerrarás con broche de oro en la Chocolatería San Fernando, saboreando el cacao fino de aroma que ha conquistado paladares en el mundo.
El Puente Zigzag, ubicado en el corazón de Urdesa, es un paso peatonal emblemático que se extiende sobre el estero, uniendo las avenidas Víctor Emilio Estrada y Circunvalación Norte. Su nombre proviene de la curiosa forma en “Z” que lo distingue, convirtiéndolo en un atractivo visual y funcional dentro de la ciudad.
Más que un simple cruce, el puente se ha convertido en un punto de encuentro para residentes y visitantes que disfrutan de los espacios abiertos de Urdesa. Al recorrerlo, se puede apreciar el contraste entre la naturaleza del estero y el dinamismo de uno de los barrios más tradicionales y vibrantes de Guayaquil.
Con el paso del tiempo, el Puente Zigzag ha adquirido un valor simbólico: representa la vida cotidiana del sector y el vínculo entre la tranquilidad de sus calles residenciales y la vitalidad de su zona comercial.
Ubicado en el corazón de Guayaquil, el Mirador Cerro Paraíso es uno de los puntos más emblemáticos para disfrutar de la ciudad desde las alturas. Rodeado de naturaleza, este espacio ofrece una vista panorámica inigualable del Puerto Principal, combinando el contraste del río Guayas, los edificios modernos y los cerros que enmarcan la urbe.
Además de ser un lugar ideal para contemplar el amanecer o el atardecer, el mirador se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan un respiro de la rutina.
Visitar el Cerro Paraíso no solo es una experiencia visual, sino también sensorial: el aire fresco, el canto de las aves y la tranquilidad del entorno hacen de este espacio un rincón perfecto para la desconexión en medio de la ciudad.
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